Estrechamente relacionado con los Hamamelis, este género solo contiene una especie descrita, la Parrotia persica, así nombrada en honor del naturalista alemán Friedrich Parrot y a su origen, en los bosques al sur del Caspio (Irán y Azerbaiyán), aunque por los registros fósiles y polínicos sabemos que hasta el Pleistoceno Inferior estuvo presente por gran parte de Europa, incluida la península ibérica.

Muy ramificado desde poca altura, crece lentamente, pero con una copa amplia y extendida. Su floración se produce en pleno invierno antes del brote de las nuevas hojas, permitiendo que sus pequeñas flores rojas resalten sobre el tronco desnudo. Además su interés ornamental se incrementa gracias a su colorido follaje otoñal, entre amarillo, anaranjado y rojizo. No soporta el calor, pero por lo general es un árbol resistente.